Cuando era chiquita creía, entre otras cosas, en que tenía poderes especiales. Creía que si abría los brazos en cruz, apretaba los puños bien fuerte y cerraba los ojos podía controlar el viento. Y funcionaba. Cada vez que repetía el ritual, empezaba a sentir como una brisa me empezaba a hacer volar los pelos. Hace poco, me enteré que no era la única. Yango también controlaba el clima. Pero, a diferencia de mi, ella controlaba la lluvia. Dice que siempre que ella quería, hacía llover. Claro que muy convenientemente, se le ocurría hacer llover cuando el cielo estaba cargado de nubes. Pero no importa, la cuestión es que hacía llover. Cuando le comenté esto al Gordo, el dijo que el también hacía levantar el viento. "¿Ah si?"- le dije, haciéndome la interesada en el tema, pero seguro que el muy iluso pedía viento justo cuando yo estaba con los brazos en cruz, los puños apretados y los ojos cerrados.
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