El look más cotizado está dado por el pelo largo, preferentemente lacio. La razón que lo motiva es que el "head banging" o revoleo de pelo típico del heavy requiere de una cierta inercia, la cual no se logra de manera óptima si no se ostenta una cabellera de ciertas dimensiones y características. De cualquier manera, cualquier corte de pelo que llame medianamente la atención es bienvenido: cortes punk, cabezas rapadas e, incluso, para disgusto de los aficionados del reggae, rastas**. Volviendo al ritual del head banging, que usualmente es acompañado del cuasi omnipresente cuernito (feature que trataremos en otra entrega dada la complejidad que reviste). A simple vista parece algo sumamente sencillo, al alcance de cualquier persona promedio, pero apreciado con detenimiento puede observarse que únicamente unos pocos gozan de las dotes necesarias para dominar este arte, que exige una cuota significativa de concentración destinada a:1) mantener el equilibrio. Esto se logra además con el posicionamiento estratégico de los pies, que se encuentran separados, a la altura de la cadera y con un pie ligeramente más adelantado que el otro según pude apreciar. 2) no cabecear al resto de los asistentes, conducta sumamente indeseable que pone de manifiesto cierto grado de inexperiencia en este tipo de eventos. Rozar con el pelo a los asistentes, no obstante, representa una práctica aceptable.
*Las conclusiones a las que se arriba en estos escritos, los cuales forman parte de una colección que actualmente se encuentra en proceso de creación, son producto de una exhaustiva investigación, incluida la asistencia por parte de la que suscribe a un recital/festival de Black Metal.
**La rasta, sin embargo, está circunscripta a seres quienes, no extrañamente, no son habitués (por gusto o por conveniencia) del revoleo capilar, gracias a lo cual el índice de cuellos dislocados asciende a cifras prácticamente nulas.
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